Está claro el horizonte, sabemos cómo hacer y dónde ir. Eso nunca es poco, se trata de ser perfectos como el Padre Dios es perfecto. Asusta pero su Espíritu está con nosotros y no puede haber mejor llamada y propuesta. ¡Nos animamos a pensarlo!
Un abrazo, buena semana en la que el miércoles empieza la cuaresma.
José Luis