Recuerda que cuando abandones esta tierra no podrás llevarte contigo nada de lo que has recibido; sólo lo que has dado.
No podemos amar a Dios, a quien no vemos, si no amamos a los hermanos.
La carta de nuestro arzobispo de Madrid para el presente curso pastoral dice: El reto es “poner nuestra
Iglesia diocesana en estado permanente de misión”,