Son ya dos los años de la guerra en Ucrania. Con intensidad miramos hoy al Señor de la Paz que se transfigura, para recordarnos que su Don, que Él, que la paz se construye no en lo alto de la montaña sino en la responsabilidad cotidiana de su seguimiento, desde el amor entregado y constructivo. ¡Rezamos por la Paz!. Buena semana