La gran fiesta de San José nos coge hoy, a casi todos, con las manos en el trabajo, buena oportunidad para recordar su laboriosidad, su trabajo bien hecho. Ese trabajo del cuidar y amar lo más sagrado. Al Dios que tenía y contemplaba en María y Jesús. Buena fiesta y que no se te escape sin rezar al buen Dios.
Un abrazo