Profetas de libertad, amor y esperanza. Gentes de cuya boca, que sus palabras sean gracia, caminantes en la historia que pongan en luz el misterio de Dios... esa es la llamada que recibes, eso es seguir a Jesús. Suena bien escribirlo y leerlo... pero da vértigo vivir así. Me gustaría no desaprovechar la llamada ni que la desaprovechases.
Un abrazo